jueves, 10 de abril de 2014

Crítica "Engaging Play”

¿Qué importancia puede tener el juego al momento de enseñar? ¿Aprenden de manera efectiva los niños mediante esta actividad? Las preguntas anteriormente mencionadas, han sido tema de discusión frecuentemente, y a pesar de que se ha confirmado que el juego con propósito es una herramienta clave a la hora de aprender, aún existen profesores que no lo han incorporado en las salas de clases. 

El autor del texto define el juego como una actividad con finalidades específicas en la que los niños eligen participar y ponen en práctica aspectos comunicativos, físicos y cognitivos tanto en contextos sociales como culturales.

¿Qué sucede con la educación de Nueva Zelanda? El perfil que se quiere lograr en los alumnos es que crezcan como personas competentes, seguras de sí mismas y buenas comunicadoras, entendiendo que son un aporte para la comunidad. Para lograr esto el compromiso de los profesores es vital. Al momento de realizar los curriculums se toma en cuenta los intereses de los niños y el contexto en que se están desenvolviendo de manera que la profesora tenga claridad de lo que sucede. Lamentablemente esto no ocurre en todos los países. En Chile por ejemplo, son pocos los profesores que realmente se preocupan de todos los aspectos en los que sus alumnos se ven involucrados, por ende no son muchos los que conocen a sus alumnos en profundidad para poder entenderlos. Esto proyectándose a largo plazo, provoca un conocimiento vago por parte del profesor hacia el alumno. 

Se ha comprobado que al tomar en cuenta los intereses de los niños cuando se crea el curriculum es muy importante; sin embargo, esto es muy difícil de llevar a cabo ya que no existen libros que guíen a los profesores para cumplir con esto, por lo que es posible que no se entiendan los verdaderos intereses de los niños. Es aquí, donde el juego cumple un papel fundamental ya que a través de este los niños demuestran y profundizan sus intereses y conocimientos. Por otro lado, es primordial que los docentes estén conscientes de la actividad a realizarse ya que para que cumpla con el propósito, este debe estar relacionado con los temas tratados en clases con anterioridad. 

Además del juego, las experiencias vividas por los niños también son una útil herramienta para enseñarles. Las interacciones sociales y culturales vividas, pueden ayudarlos a vivir nuevos sucesos y a construir nuevos conocimientos y destrezas de una manera más completa que si les enseñáramos de la forma tradicional. Cuando los niños aprenden a través de experiencias, al familiarizarse con el contenido, logran la capacidad de analizar e interpretar lo que se les pide gracias a que relacionan los objetos tangibles con su entorno.

Es por esto, que el rol de las familias es esencial. Los padres son los principales ejemplos a seguir de los niños, cada acto que ellos realicen debe ser pensado con anterioridad por que sus hijos seguramente los imitaran. Como cada familia es distinta con respecto a sus ideales y prioridades, los niños cuando entran al  colegio llegan con una ideología preconcebida y muchas veces se diferencian de sus compañeros debido a la enseñanza que su hogar les entrego. Hay familias que no reconocen el juego como una forma de aprendizaje y simplemente lo vinculan con una actividad de entretención. Son estas mentes, las que al estar enfocadas en los métodos  del pasado, hacen de la educación lo que es hoy en día: un problema por el cual muy pocos se preocupan. Es por esto, que hoy en día se esta luchando contra ello. Haciendo ver a estas familias con estadísticas científicas que el juego es una herramienta positiva al momento de enseñar. Para lograr mejorar la situación de la educación, lo que tenemos que hacer es incentivarnos, tanto nosotros como profesores como las familias y comenzar a actuar lo antes posible.

En la lectura del libro “Engaging Play” se muestra un ejemplo claro de esto mediante un experimento. Se presentan tres ejemplos de niños que vivían en ambientes totalmente distintos y entran al colegio. En la etapa pre-escolar, padres y apoderados coinciden en los objetivos que los niños van a alcanzar y cómo lograran esto; pero a medida de que los niños van creciendo los padres ya no comparten sus opiniones con los profesores, unos se preocupan más de los valores que se les enseñan, otros de los conocimientos y otros de la forma en que se les enseña. El primer caso, vemos un niño que nunca se ha relacionado con otros niños y que solo ha compartido con su papá. Al llegar al jardín, tuvo que explorar y descubrir por sí misma el nuevo lugar al que había llegado. El segundo caso, muestra a una niña que seguramente en su casa incentivaban el ser líderes, por que al llegar al colegio ignoraba a todo aquel que quisiera ser “superior” a ella. Por lo que el colegio la guío para que desarrollara mejor su comportamiento social. Y por último, una niña que fue criada estructuradamente que no le gustaba participar en los juegos y su madre tampoco estaba de acuerdo en que le enseñaran mediante esta. Con estos ejemplos concluimos que todo lo aprendido en sus casas se ve reflejado en las actitudes que tienen los niños en las salas de clases y en los recreos. Es por esto la importante tarea que cumplen sus padres a estimularlos para que se puedan desarrollar correctamente en los jardines y colegios. 

Creemos que la educación se fortalece y crece gracias a las instituciones escolares, pero quienes ponen las raíces para esto son los padres. Ellos son esenciales en proceso de la educación, existen muchos casos en que no toman conciencia de su  importante labor y no educan a sus hijos elementos primordiales como: modales, ser autoexigentes, ser responsables y ser respetuosos, por lo que seguramente al entrar a la básica se verán perjudicados y esperamos que pueda adquirirlas. El desafío en que se ven envuelto los niños es en profundizar sus antiguos conocimientos o incluso cambiarlos y mejorarlos, para así alcanzar un nivel superior. Existen colegios al que asisten alumnos de distintas etnias y culturas, en esos casos es probable que el desafío sea mayor tanto para los profesores como para los niños, ya que estos últimos se deben adaptar a las nuevas circunstancias a las que probablemente no estaban acostumbrados. 

Volviendo a los juegos, es importante que los profesores tengan claro que este a pesar de ser una piedra fundamental en la construcción del curriculum, no es la única por lo que los educadores deben saber hacer combinaciones en su forma de enseñar. Una forma efectiva para que los niños aprendan podría ser que primero la profesora les cuente de qué se trata la nueva unidad y luego de que les entrega un conocimiento global, utilizar el juego para “fortalecer” lo aprendido. 

También, es importante que si los pedagogos toman la iniciativa de incorporar el juego en sus clases, deben preocuparse de cada detalle. Con esto nos referimos a que dependiendo del tema del juego, deben acomodar el espacio en donde se realizará la actividad. Por ejemplo, si se quiere enseñar los distintos ecosistemas, sería interesante y divertido para los niños que un sector del patio estuviese representado por el desierto (poniendo quizás cactus, arena y un camello de madera), otro por la selva (ocupando distintos árboles y algunos animales) y finalmente otro con el bosque. Además nos referimos a que los profesores deben desarrollar un pensamiento pedagógico y psicológico que les permita obtener las estrategias para el uso correcto del juego y para conocer en profundidad los efectos que este produce en los niños. 

Incluso, el juego puede utilizarse para combinar distintos conocimientos y habilidades, en lugar de sólo tratar un tema en específico. 

Por lo que se ha mencionado, nos podemos dar cuenta que el juego con propósito se caracteriza por ser una herramienta multifacética, es decir, que podemos utilizarla en contextos totalmente distintos. Muchas veces los niños al vivir nuevas experiencias el fin de semanas, se sienten muy emocionados y les gusta transmitir lo que conocieron. De esto nos podríamos aprovechar para que el niño pueda transmitirle nuevos conocimientos a sus compañeros y se origine un momento de conversación en el que todos se participen y expresen sus ideas.  Otro ejemplo en el que los niños “se conviertan en profesores” y les enseñen a sus pares, es que cuando uno entiende los ejercicios matemáticos la profesora le asigne un compañero que tenga dificultades para que este vaya a ayudarlo; es decir que los niños sean los tutores de sus propios amigos. No hay duda que cuando uno le enseña al otro, aprenden los dos; el que ya sabía entiende el tema mejor aún y siente confianza de sí mismo, y el que esta aprendiendo probablemente se sentirá cómodo teniendo a su amigo como profesor. La profesora guía, debe saber cuándo y cómo se pueden desarrollar estas actividades ya que cada curso tiene sus propias características y necesidades, y cada niño es distinto hay quienes son más maduros, quienes son más rápidos para entender, aquellos que son “más niños”, entre otros. Sin embargo, sin importar que actividad y el curso en el que la actividad se esta desarrollando, es nuestra capacidad de comunicarnos, el lenguaje, el que hace posible la acción. 

           En síntesis, creemos que el juego con propósito es una herramienta muy poderosa al momento de enseñar, no sólo por que es una actividad entretenida y distinta a lo que estamos acostumbrados, sino también por que ya está comprobado mediante investigaciones científicas que es la manera más efectiva para que los niños entiendan totalmente el contenido visto en clases. Es por lo mismo que es inaceptable que a pesar de todas las estadísticas existan varios países en los que el juego es visto sólo para actividades extraprogramáticas, es decir, fuera de las salas y no como una herramienta para enseñar. Para hacer de esta una actividad positiva debe existir un compromiso por parte del profesor y del alumno. En primer lugar el educador debe conocer a sus alumnos detalladamente y saber sus necesidades e intereses y por otro lado, los alumnos deben participar activamente en las actividades. 

         El cómo educar es tema de controversia actualmente. Los niños están aburridos en las clases y por ende muchas veces no ponen atención por lo que no adquieren el conocimiento. Además el mal uso de la tecnología, como el jugar con tablets todo el día,  ha provocado que los niños se encierren en su propio mundo y no compartan con sus pares. Gracias al juego con propósito es posible cautivar la atención del alumno ya que es mucho más didáctico y atractivo a los ojos del niño. Es una excelente forma de conocer tantos contenidos académicos como el entorno en el que están sumergidos. Es una instancia en que de manera entretenida los niños aprenden y comparten con sus compañeros. 

         Si queremos que nuestros alumnos disfruten su etapa escolar y estén contentos aprendiendo, debemos ser fieles a nuestro ideal y luchar para que el juego con propósito sea entendido por su real significado. Somos nosotros, los nuevos profesores quienes podemos cambiar la manera de enseñar y dejar de lado las memorizaciones y las típicas salas de clases en donde el profesor se para adelante y dicta contenidos mientras los alumnos deben permanecer quietos y copiar exactamente lo que se les dice. 






















No hay comentarios.:

Publicar un comentario